El año 2015 nos ha dejado. 2016 comienza y como tradición nos trazamos varios objetivos. Estas metas u objetivos tienen que ser cumplidos. Así que nos comprometemos de alguna manera con planes, estrategias, y comentarios que son sugeridas por las personas que nos rodean. De la misma manera, la Organización de las Naciones Unidas se ha comprometido en lanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En Septiembre del 2015, líderes de cada rincón del planeta se reunieron para acoger los objetivos globales para: erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos. Estos objetivos serán lanzados oficialmente el viernes 22 de enero de 2016 del nuevo año 2016.
La agenda de Desarrollo Sostenible será abierta este viernes con la moderadora Anne Marie Carlson, junto a la Secretaria General Cristina Gallach (DPI), el Embajador David Donoghue de Irlanda y Mitchell Toomey, Director de la campaña de los objetivos del milenio/agenda 2030. Estoy más que emocionado para presenciar la apertura de esta agenda, y escuchar a cada uno de los puntos de vista de los expertos. El programa de la conferencia trae más especialistas y moderadores para poner en marcha los objetivos trazados en el 2015.
En lo personal, los objetivos sostenibles son como los estándares educativos de los Estados Unidos. Cada uno de ellos parece ser inalcanzables. Abrir esta agenda de Desarrollo Sostenible será una verdadera batalla para cada uno de los líderes del mundo. Por ejemplo, el fin de la pobreza. Personas cercanas a mí me conocen por ser demasiado optimista, pero finalizar el hambre en el mundo sería un sueño hecho realidad. A pesar de ser un sueño casi inalcanzable, y con la inequidad creciendo, mi positivismo se ve empañado con la triste realidad que vivimos con tanta desigualdad. Espero escuchar a los líderes y moderadores sugerencias realistas de cómo disminuir la inequidad que sigue creciendo cada vez más. También sería bueno destacar que en varios países dicha agenda fue desestimada debido a que no son viables en ese país. ¿Por qué? Porque son países tercermundistas que no tienen sentido del orden, corrupción de altos niveles y deficiencia en los presupuestos para incrementar la educación.
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